Localizador accesible de hamacas y toallas

Dispositivo localizador de objetos y mando de activación

¡Hola a todos!

Hace bastante que no me asomo por aquí, pero es que entre el trabajo, el doctorado y el buen tiempo, me faltan horas en el día.

Hablando de buen tiempo, me gustaría dedicar este artículo a un sistema que hace un par de veranos me diseñó mi padre para que pudiese localizar mi hamaca o mi toalla en piscinas y playas.

Le comenté que me gustaría contar con un sistema que, cuando pulsase un botón, otro dispositivo previamente situado en el objeto que quisiese localizar, emitiese una señal acústica, así que se puso manos a la obra.

En primer lugar, diseñó el dispositivo que dejaría en mi hamaca, toalla o cualquier otro objeto que me interesase localizar a distancia. Éste cuenta en su exterior con un interruptor de encendido/apagado y con un pequeño altavoz. En su interior, se aloja el circuito que le hace funcionar, el sistema de emisión de señales acústicas y las pilas.

Dispositivo sobre silla de playa

Después, diseñó el mando a distancia que, lógicamente, tenía que ser impermeable. Éste, de un tamaño inferior, cuenta con un botón para activar la señal acústica, una pequeña antena y una arandela para colgarlo. Inicialmente lo engancharía a mi bikini, pero luego pensé que era más cómodo comprar una cinta de plástico para llevarlo en mi cuello, a modo de collar.

Mando activador en la mano

Lo que más me gusta de este sistema es, en primer lugar, que me lo ha diseñado mi padre con mucho cariño, por lo que no existe otro igual en el mundo. Gracias, papi.

A nivel técnico, lo que más me gusta es que el sistema está emitiendo una señal acústica todo el rato que yo tenga el botón pulsado. Si quiero un sonido intermitente, pulso varias veces en el botón para ser algo más discreta. Que necesito un sonido más prolongado, pulso e botón hasta que tengo claro dónde está mi hamaca o toalla.

Hoy día, con la tecnología Beepcon de ILUNION (balizas accesibles que emiten señales acústicas), se podría contar con un sistema parecido si utilizamos nuestro móvil dentro de una funda preparada para sumergirla en el agua.

De momento, esta tecnología se está ofreciendo a las instituciones (por ejemplo, algunos museos la tienen instalada), pero confío en que a futuro pueda ser adquirida directamente por los usuarios.

Mediante la aplicación Beepcons para iOS y Android, podemos localizar la baliza y activar una señal acústica que, además, es personalizable: pitidos cortos, largos, etc. Eso sí, de momento no cuenta con la posibilidad de mantener la señal acústica activa durante un tiempo prolongado, ya que como la tecnología está hecha para su ubicación en lugares públicos, se debe cuidar que las señales acústicas no lleguen a molestar. De hecho, yo en la piscina o en la playa sólo empleo el pitido prolongado en caso de necesidad.

Por último, quería comentar que, aunque estas tecnologías nos dan una mayor independencia, se debe ser prudente a la hora de emplearlas. En mi caso, os cuento que la utilizo muchísimo en la piscina comunitaria de mi urbanización, ya que muchos días bajo sola, pero lo de la playa me da algo más de respeto, porque , si nos damos un baño y el movimiento del mar nos desplaza bastante, no escucharemos la señal acústica. Además, en la playa es más fácil que haya algún amigo de lo ajeno al que le llame la atención el dispositivo que hemos dejado en la toalla, así que podría ocurrir que cuando activemos la señal acústica, pitase directamente en sus manos.

Sin más, os envío un saludo y os deseo buen verano a todos.

Escapada a Marruecos en crucero: grata experiencia

Buque Horizon de Pullmantur navegando por la baia de Málaga

Hola a todos:

Desde hace bastante tiempo, Paco y yo queríamos probar la experiencia de viajar en crucero, pero no terminábamos de animarnos porque todos los que encontrábamos eran de una semana y la verdad es que preferíamos un viaje algo más corto.

Buque Horizon de Pullmantur en puerto visto desde cerca

Como buenos malagueños, siempre nos ha gustado todo lo relacionado con el mar y los barcos. Además, desde que mi hermano montó un negocio de deportes acuáticos, ha crecido nuestro interés.

Hace un par de meses, Paco encontró nuestro crucero ideal: viaje a Marruecos desde Málaga en 3 días. ¡Perfecto para probar!

La verdad es que la primera sensación que te llevas al contratar un viaje en crucero es que el proceso no es demasiado intuitivo, puesto que no te queda claro en qué camarote irás, por ejemplo, así que decidimos llamar para informarnos mejor y contratarlo.

Durante los días previos al viaje nos fueron llegando algunos correos de Pullmantur orientados a preparar el viaje. También vimos algunos vídeos por Internet.

Llegó el día esperado y, por fin, entramos en el barco. La verdad es que es alucinante lo grande que es y la cantidad de actividades que se pueden hacer dentro.

Zona de recreo descanso de las cubiertas 11 y 12: piscinas, jacuzzi, bares, etc. con Málaga al fondo.

Nosotros viajamos en el Horizon, un barco con 12 cubiertas que tiene una capacidad para alojar a 1.800 pasajeros. Nos sorprendió mucho conocer el número de trabajadores que había dentro del barco. ¡Más de 600! Es decir, aproximadamente un trabajador por cada 3 personas.

Prácticamente entramos en el barco a la hora de la comida, así que todo el mundo fue a conocer su camarote bien rápido y nos fuimos distribuyendo por los distintos restaurantes del buffet. La verdad es que la sensación inicial fue de agobio, aunque cuando llevas un rato te das cuenta de que es cuestión de organizarse un poco.

Después de comer fuimos a colocar el equipaje. Pensé que el camarote sería bastante más pequeño. El nuestro tenía una ventana en la que te podías sentar a ver el mar. ¡A Paco le encantaba sentarse ahí!

Lourdes en el poyete interno de la ventana, o porta, del camarote del buque

La primera tarde, aún parados en el puerto de Málaga, la dedicamos a recorrer el barco, tomar alguna copa y disfrutar del buen tiempo. Después hicimos el simulacro de evacuación y comenzamos a navegar rumbo a Casablanca.

Paso por el estrecho de Gibraltar desde el mar a la altura de Parque Natural del Estrecho en Cádiz.

Por las noches la cena era en turnos y a la carta, por lo que la organización era mucho mayor. La verdad es que nos sorprendió que la comida era variada y estaba bastante buena. Pensamos que en un barco se comería peor.

Tras la cena y un paseo por las zonas exteriores del barco para disfrutar del mar, llegó la hora de dormir y, como el barco prácticamente no se movía, caímos rendidos como niños.

Al día siguiente llegamos a Casablanca. Como las excursiones que ofrecían abordo se agotaron, nos fuimos a visitar la ciudad por nuestra cuenta, aunque muy rápido hicimos migas con unas mujeres de Cádiz, así que de 2, pasamos a ser 6.

Estuvimos en la mezquita, en el paseo marítimo, en la medina, etc. Además, aprovechamos para comprar unos dulces árabes para nuestras madres.

Vista de las Playas del Bulevar de la Corniche y al fondo la Mezquita de Hassan II

Una vez en el barco, disfrutamos de una actuación en el teatro y nos fuimos a cenar nuevamente al restaurante. Después, escuchamos un poco de música en vivo.

Esa noche el barco se movía algo más, pero la sensación no era muy desagradable.

Al día siguiente llegamos a Tánger, donde sí habíamos contratado una excursión. Lo mejor de todo, sin duda, fue la guía, la cual contrastaba claramente con el país en el que había nacido.

Vista de Tánger desde la cubierta 12 del buque

Por la noche, más teatro, música en vivo, cena y un poquito de discoteca a modo de despedida.

Teatro del Buque Horizon

Ya por la mañana, tuvimos que desayunar bien temprano y desembarcar en Málaga. ¡Todo lo bueno llega a su fin!

Buque Horizon atracado en el puerto de Málaga

Ahora os cuento algunos aspectos que me llamaron la atención:

  • La amplitud: espacios muy amplios y variados, para todos los gustos.
  • El nivel de organización dentro del barco: el diario de abordo que dejaban todos los días en nuestro camarote, sumado a los mensajes que emitían mediante megafonía, ayudaba a identificar las distintas actividades que podíamos hacer.
  • La atención a la discapacidad: aunque se identifican barreras en materia de accesibilidad dentro del barco, sí observamos que existían algunas buenas prácticas, como rampas, por ejemplo. De hecho, había muchas personas con discapacidad en el crucero. Además, como saben que existen carencias en esta materia, cubren los costes de un acompañante a las personas que acreditan esta necesidad.
  • La profesionalidad: creo que todo el personal del barco se deja la piel para que la experiencia sea grata, especialmente en un crucero de estas características que, debido a su corta duración, sería el primero para muchos de nosotros.
  • El uso de la tecnología: el barco contaba con un sistema muy actual para que pudieses identificar las fotos que te habían hecho mediante reconocimiento facial, mientras que no tenía, por ejemplo, una app sencilla para poder consultar la información del diario de abordo, excursiones disponibles, etc. ¡Toda esa información te la daban en papel!

Bueno, después de lo que os he contado, creo que sobra decir que repetiremos. ¡Nos ha gustado muchísimo! Experiencia aconsejable para ir en pareja, con toda la familia, amigos, etc.

¡Un saludo!

Himno del Unicaja en lengua de signos

Cancha de baloncesto, Palacio de los Deportes José María Martín Carpena

Hola,

Este fin de semana he hecho algo diferente: acompañada de mi familia, el viernes fui a un partido de baloncesto, aunque lo que menos me importaba era el partido como tal, ya que, aunque me gusta practicar deporte, no soy muy dada a seguir las competiciones deportivas.

El motivo que me llevó al Palacio de los Deportes de Málaga comenzó hace meses cuando mi cuñado, Andrés Piédrola, que es profesor del Colegio La Asunción, animó a sus niños para que se presentasen al Festival de la Canción en Lengua de Signos.

La canción que signaron fue el himno del Unicaja, interpretada por Pablo López. Andrés os contará el motivo en una entrevista que os enseño al final.

Los niños, que signaron vestidos con las camisetas del Unicaja, ganaron el primer premio y, lo que es más importante, consiguieron emocionar a todos os que lo vieron en el teatro y en las redes sociales: jugadores del Unicaja, Pablo López, familiares, amigos, personas sordas, etc.

Profesor y niños recibiendo el premio del Festival de la Canción en Lengua de Signos.

Fue tal la repercusión que tuvo la interpretación de los niños, que el Unicaja les pidió que fuesen a uno de sus partidos a signar su himno, así que profesor, alumnos, familiares y amigos, todos muy emocionados, allí que fuimos.

Antes del partido, el animador del estadio realizó una entrevista a Andrés en la que contó cómo surgió la iniciativa.

Después, se presentaron a los equipos jugadores (Unicaja y F.C. Bayern Múnich) y se pidió un minuto de silencio para Pablo Ráez, un gran luchador al que todos recordaremos con mucho cariño.

Se inicia el partido, del que disfruto con las descripciones de mi hermana, que tiene casi la misma poca idea que yo de baloncesto, así que rápidamente cambiamos de tema y comenzamos a ponernos al día de nuestras cosas.

Mi marido, mientras, se entretiene animando al Unicaja con mi sobrino Andresillo, aunque lo cierto es que a la distancia a la que estaba no veía mucho, por lo que se deja llevar por el sonido de ambiente.

Llega la pausa y, con ella, el protagonismo de los niños que, orgullosos, signan el himno que tanto han preparado, finalizando con los aplausos de las miles de personas que estábamos allí.

Foto de los niños interpretando el himno del Unicaja.

Después, los niños juegan con la mascota, Chicui, mientras el animador se entretiene proyectando imágenes de las personas que estábamos en las gradas. Según mi hermana, si nos enfocaban a nosotras, teníamos que darnos un beso, bailar,… dependiendo del momento. ¡No nos enfocaron!

Niños con Chuicui, mascota del Unicaja y las Cheerleaders del equipo.

Continúa el partido, el Unicaja gana 82 a 67 y, mientras, pienso en lo importante que habrá sido ese momento para profesor y alumnos. ¡Seguro que queda en sus memorias para toda la vida!

Al finalizar el partido, los niños tienen la oportunidad de visitar a los jugadores en el vestuario y de despedirse de ellos. ¡Más emoción para sus pequeños corazones!

Niños en el vestuario con los jugadores.

Una vez finalizada mi descripción sobre el emocionante partido, me gustaría felicitar a mi cuñado por su creatividad, por su entrega a la docencia y por contribuir a la inclusión de las personas con discapacidad en las aulas y fuera de ellas. Andrés, ¡eres grande!

Jugador del Unicaja chocando las manos con las de todos os niños.

Por último, os dejo el enlace con la entrevista a Andrés y la interpretación de los niños (Youtube, abre en ventana nueva). Al principio el sonido no es muy bueno, pero mejora en unos segundos.

¡Un saludo!